
Sinopsis
Leopoldo Castillo NO es simpático, pero se ríe sabroso. Tiene un sentido del humor bastante ácido, sin que le deje huellas en los pliegues de la sonrisa. Posee un título de abogado y nunca ejerció en tribunales, notarías y registros, mucho menos en jefaturas civiles ni se encargo de tramites en despachos oficiales. Fue burocrático una vez y ejecutivo empresarial otra, pero lo que siempre le ha apasionado es la información, la noticia, los acontecimientos que rompen el celofán que derrumban .... Es un periodista formado en la faena diaria, en la molienda cotidiana. A pulso contra todo pronostico, aunque en una país donde las cucarachas vuelan todo es posible, incluso que nieve en La Limpia, ha sido el comunicador con más permanencia y audiencia en la televisión venezolana, y con todos los factores en contra, sobre todo el gobierno y todos los demás factores de poder, instituciones y cofradías que dependen o se mueven a su alrededor ....
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